Doce de diciembre de dos mil once.

No todos los momentos a su lado son buenos, también hay muchos malos momentos, hay momentos en los que nos enfadamos, momentos en los que hablamos de una manera distinta, con menos cariño, esos momentos pueden llegar a durar tan solo unos minutos, porque incluso en esos momentos lo único que me apetece es abrazarle, besarle, decirle que le quiero y hacer como si nada, es en esos momentos cuando descubro lo muchísimo que le quiero, porque al estar mal con él las ganas de vivir se me quitan, y eso me hace ver que vivo por él, y que sin él no sería NADA, lo bueno es que esos momentos nos hacen ver que nada podrá con esto, ninguna tontería, ya sea grande, pequeña o gigante. NADA podrá separarnos jamás.